“Mi confrontación con la docencia”
Considero que en realidad si es una confrontación, porque muchos de nosotros no estudiamos para ser maestro, sin embargo ya estamos en el camino, hay que dar lo mejor.
A continuación les voy a narrar como llegue a la docencia:
Estaba en el último año de mi carrera de licenciatura en turismo, tengo una vecina que trabaja en el C.E.T.i.s. No.90; en el mes de mayo de 1992 ella me comento que había una plaza vacante para impartir clases de ingles a los primeros semestres, pero solo era cubrir un interinato por seis meses mientras el dueño de la plaza regresaba, como no era mi intención trabajar para la docencia, no hice mucho caso; en septiembre de ese mismo año mi vecina me vuelve a comentar (por segunda vez), que aun no hay quien cubra esas horas, y obviamente tampoco tuve interés de ir, hasta que en el mes de octubre a tanta insistencia por parte de mi mama tuve que ir a hablar con el director del plantel, le presente mis documentos y le dije que no tenía experiencia, que apenas había egresado de la universidad de Guerrero, el director muy comprensivo me dijo que no me preocupara que no era necesaria la experiencia, que necesitaba urgentemente quien cubriera esas horas, y que yo reunía los requisitos para ello, “preséntate mañana a las 2:30 de la tarde para que el jefe de docentes te presente y lleve a los grupos“; mi vecina y ahora amiga me estuvo apoyando en la planeación de la clase por un tiempo, así pasaron tres semestres.
En el mes de enero de 1994, el director me llamo para informarme que la plaza ya era mía, que solo firmara la documentación para que fuera procesada en México, y así han pasado 16 años desde entonces, y con el paso del tiempo fui adquiriendo cierta experiencia al trabajar con los alumnos y darme cuenta que no todos los grupos trabajan de igual manera, hay que buscarle a cada grupo su forma de trabajo para que respondan a las actividades que realizo en cada clase, ahora me doy cuenta que la docencia es una labor muy generosa y noble, además de tener muchos beneficios, pero también me di cuenta que hay compañeros que tienen hábitos muy arraigados y le tienen miedo al cambio, así como también resulta decepcionante ver que puede más el compadrazgo y favoritismo, que la capacidad y labor de docentes.
Así fue compañeros que tuve la gran oportunidad de ingresar a la docencia en el nivel medio superior, en el C.E.T.i.s. No.90 de Acapulco, Guerrero. Por ello me considero una mujer muy afortunada por las bondades y respetuosa de la responsabilidad que implica la labor docente.
Gracias por su atención.
Yanet Blanco Loya.
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Hola compañera:
ResponderEliminarAl igual que Usted mi formacion no es ser profesora, sim embargo en estos años que llevo de docencia han sido muchas las experiencias gratas y de aprendizaje, las cuales me motivan para seguir en esta ardua labor y dificil tarea de la docencia.